La playa de Bolonia, Cádiz

Marineritos a la mar

Gibralfaro, Málaga

Luz, sol y buenas vistas

Barcelona: arte y cultura popular

Todos los sentidos en acción

En bicicleta por Sevilla

y a mojarse un poquito....

Qué rico, mmmmmmm

Caracol, col, col, saca los cuernos al sol

Villa Alicia, Málaga

Una buena estancia en nuestra casa de Málaga

Granada

Ron, el Albaicín y la Alhambra

Mittwoch, 16. Dezember 2015

Un mes en Bolivia

Medio año antes de hacer el bachillerato en KUS (Kantonsschule Uster) decidí pasar un mes en Bolivia para trabajar como voluntaria en una institución benéfica. Por medio de mi padre conocí "Calle Cruz", un proyecto para chicos que vivían y trabajaban en las calles de Santa Cruz de la Sierra, que me parecía interesante. Entonces me puse en contacto con la directora en Bolivia y fácilmente pude organizar el viaje.



Muy nerviosa y con mucho equipaje empecé mi largo viaje hacia Santa Cruz, el 8 de agosto. Después de 28 horas en aviones y aeropuertos aterricé en medio de palmeras. La directora y una empleada con su esposo me recogieron y nos fuimos a la ciudad para tomar un desayuno típico. Después nos fuimos a "La República" (el centro del proyecto) donde viven los chicos y mi hogar durante un mes. La República está fuera de la ciudad, a una hora en coche, en el campo. Estaba muy cansada del vuelo pero también curiosa de conocer a los 21 chicos con los cuales iba a vivir. Cuando llegamos muchos ojos curiosos me esperaban, pero antes de responder a todas las preguntas que tenían los chicos me fui a dormir un poco. Durante la cena contesté preguntas sobre mi familia, mi país y sobre mí misma. 
Los primeros días fueron un poco difíciles porque no entendía bien el español que se habla en Bolivia, la pronunciación y también la gramática es diferente. Pero después de algunos días esto mejoró y estaba muy feliz de formar parte en este proyecto. 

http://callecruz.ch/images/downloads/newsletter_2015.pdf

Los chicos con los que vivía, tenían entre 10 y 16 años y todos estaban en este hogar por su situación familiar. Algunos de ellos no tenía a nadie de su familia, la mayoría tenía a la madre o por lo menos a otra persona (tía, abuela...), pero ninguno tenía la posibilidad de vivir con su pariente. O bien por pobreza o bien porque las madres no tenían la voluntad de cuidar a sus hijos. Cada uno de esos chicos tenía su propia historia, que a menudo eran muy triste. Eso se notaba también en la rutina diaria. Algunos de ellos a veces eran muy agresivos y era difícil trabajar con ellos. Pero por suerte me entendía bien con todos y conmigo siempre eran muy amables. 
Mi trabajo era acompañar a los chicos en su rutina diaria. Por las mañanas cuando ellos hacían algunas tareas, por ejemplo ordeñar vacas (en la República había vacas y también chanchos), yo dormía un poco más, pero después desayunaba con ellos y me iba a la escuela. El terreno de la República era muy grande, también había una escuela primaria para los chicos internos y para los niños de las granjas de los alrededores. En la escuela pasaba clase cada día con otro curso para ayudar a la profesora. Muchas veces pintamos o hacíamos trabajos manuales. Después de la clase los chicos tenían que ducharse antes de almorzar. Cuando terminábamos el almuerzo un grupo lavaba los platos y recogía la mesa y los demás tenían tiempo libre. Los más pequeños estaban aburridos muchas veces y por eso les enseñé a jugar a las cartas y entonces tuve que jugar a este juego con ellos casi todos los días :)



La mayoría del tiempo estaba con los más chicos, porque necesitan más una madre o una hermana y también eran más abiertos conmigo que los grandes.
Por la tarde después de hacer las tareas de la escuela, trabajabamos en la huerta o en otra parte del terreno. Yo me fui a sacar papas (patatas) muchas veces. También aprendí a sacar zanahoria y yuca.


Dos veces teníamos visita de una víbora y vi a una tarántula también :(
Después de trabajar, los chicos jugaban al futbol y antes de cenar tenían que ducharse otra vez. 
Por la noche veíamos la tele (había una tele muy pequeña) o jugabamos algo como al escondite (Verstecken) a oscuras. A los chicos les parecía muy divertido que yo soy tan blanca y que podían verme mejor en la oscuridad. Para ellos mi cabello era rubio y por eso me llamaban "chocla", que quiere decir rubio.
Pasé muchos días felices en la República. Hubo algunos que fueron muy especiales para mí. Uno de ellos fue mi cumpleaños, que celebramos la primera semana que estuve por allá. Todo el equipo del proyecto preparó un almuerzo especial que consistía en sopa de maní (una sopa muy querida en Bolivia), pollo al horno con arroz y torta. También hicieron refresco de maracuyá y había flores en la mesa. En Bolivia el cumpleañero tiene que morder la torta después de apagar las velas. 



Otro día muy especial fue mi último día en la escuela. Hicieron una pequeña fiesta con todos los alumnos del colegio. Primero me agradecieron por el trabajo que hice y por venir a la República,  después cada curso hizo un baile procedente de otro departamento de Bolivia. Por eso los chicos llevaban ropa típica y preparaban los bailes con sus profesoras. Me parecía increíble que hicieran todo ese esfuerzo por mí. 


También tuve la suerte de conocer un poquito al país. Los fines de semana la directora del proyecto me llevaba de excursión y pude ver por lo menos un poquito de este país tan grande y que tiene mucha biodiversidad. Nos fuimos a visitar algunos pueblos típicos cruceños y visitamos ruinas de los inca también. Vi mucha naturaleza hermosa.


Un fin de semana fuimos de paseo con los chicos también. Nos fuimos a un lugar que se llama "aguas calientes", allí había un río con agua caliente. Era muy bonito y lo pasamos muy bien, nos divertimos mucho.


Estar 24 horas con los chicos era muy divertido y bonito pero a veces muy cansado también. No era fácil trabajar con ellos porque no tienen mucha paciencia y algunos eran muy agresivos. Pero cuando uno conoce un poquito el fondo familiar, puede comprender mejor por qué eran difícil a veces. Todos estos chicos no han tenido la suerte de crecer en una familia que les cuide. Lo que me impresionó mucho era la alegría que tenían los chicos, a pesar de sus difíciles pasados. Eran muy amables conmigo y por eso les quería mucho. 
No quería irme de este lugar y si hubiera podido, me habría quedado más tiempo porque allá encontré otra casa para mí. Era difícil irme y los chicos me pidieron que me quedara más tiempo. No pude pero lo que puedo es volver y eso voy a hacerlo el verano próximo.
Toda esta experiencia fue muy bonita para mí y nunca voy a olvidarla. Estoy muy feliz de haber tenido la oportunidad de aprender español porque si no hubiera podido hablar este idioma, jamás me habría ido a Bolivia. Por eso sé que vale la pena estudiar y aprender español! :)