Mi trabajo era acompañar a los chicos en su rutina diaria. Por las mañanas cuando ellos hacían algunas tareas, por ejemplo ordeñar vacas (en la República había vacas y también chanchos), yo dormía un poco más, pero después desayunaba con ellos y me iba a la escuela. El terreno de la República era muy grande, también había una escuela primaria para los chicos internos y para los niños de las granjas de los alrededores. En la escuela pasaba clase cada día con otro curso para ayudar a la profesora. Muchas veces pintamos o hacíamos trabajos manuales. Después de la clase los chicos tenían que ducharse antes de almorzar. Cuando terminábamos el almuerzo un grupo lavaba los platos y recogía la mesa y los demás tenían tiempo libre. Los más pequeños estaban aburridos muchas veces y por eso les enseñé a jugar a las cartas y entonces tuve que jugar a este juego con ellos casi todos los días :)
La mayoría del tiempo estaba con los más chicos, porque necesitan más una madre o una hermana y también eran más abiertos conmigo que los grandes.
Por la tarde después de hacer las tareas de la escuela, trabajabamos en la huerta o en otra parte del terreno. Yo me fui a sacar papas (patatas) muchas veces. También aprendí a sacar zanahoria y yuca.
Dos veces teníamos visita de una víbora y vi a una tarántula también :(
Después de trabajar, los chicos jugaban al futbol y antes de cenar tenían que ducharse otra vez.
Por la noche veíamos la tele (había una tele muy pequeña) o jugabamos algo como al escondite (Verstecken) a oscuras. A los chicos les parecía muy divertido que yo soy tan blanca y que podían verme mejor en la oscuridad. Para ellos mi cabello era rubio y por eso me llamaban "chocla", que quiere decir rubio.
Pasé muchos días felices en la República. Hubo algunos que fueron muy especiales para mí. Uno de ellos fue mi cumpleaños, que celebramos la primera semana que estuve por allá. Todo el equipo del proyecto preparó un almuerzo especial que consistía en sopa de maní (una sopa muy querida en Bolivia), pollo al horno con arroz y torta. También hicieron refresco de maracuyá y había flores en la mesa. En Bolivia el cumpleañero tiene que morder la torta después de apagar las velas.
Otro día muy especial fue mi último día en la escuela. Hicieron una pequeña fiesta con todos los alumnos del colegio. Primero me agradecieron por el trabajo que hice y por venir a la República, después cada curso hizo un baile procedente de otro departamento de Bolivia. Por eso los chicos llevaban ropa típica y preparaban los bailes con sus profesoras. Me parecía increíble que hicieran todo ese esfuerzo por mí.
También tuve la suerte de conocer un poquito al país. Los fines de semana la directora del proyecto me llevaba de excursión y pude ver por lo menos un poquito de este país tan grande y que tiene mucha biodiversidad. Nos fuimos a visitar algunos pueblos típicos cruceños y visitamos ruinas de los inca también. Vi mucha naturaleza hermosa.
Un fin de semana fuimos de paseo con los chicos también. Nos fuimos a un lugar que se llama "aguas calientes", allí había un río con agua caliente. Era muy bonito y lo pasamos muy bien, nos divertimos mucho.
Estar 24 horas con los chicos era muy divertido y bonito pero a veces muy cansado también. No era fácil trabajar con ellos porque no tienen mucha paciencia y algunos eran muy agresivos. Pero cuando uno conoce un poquito el fondo familiar, puede comprender mejor por qué eran difícil a veces. Todos estos chicos no han tenido la suerte de crecer en una familia que les cuide. Lo que me impresionó mucho era la alegría que tenían los chicos, a pesar de sus difíciles pasados. Eran muy amables conmigo y por eso les quería mucho.
No quería irme de este lugar y si hubiera podido, me habría quedado más tiempo porque allá encontré otra casa para mí. Era difícil irme y los chicos me pidieron que me quedara más tiempo. No pude pero lo que puedo es volver y eso voy a hacerlo el verano próximo.
Toda esta experiencia fue muy bonita para mí y nunca voy a olvidarla. Estoy muy feliz de haber tenido la oportunidad de aprender español porque si no hubiera podido hablar este idioma, jamás me habría ido a Bolivia. Por eso sé que vale la pena estudiar y aprender español! :)